DISCIPLINAS ESPIRITUALES: PUERTA A LA LIBERACION
La superficialidad es una maldición de nuestra era. La doctrina de la satisfacción inmediata es el principal problema. Lo que hoy se necesita desesperadamente no es un número mayor de personas inteligentes, ó talentosas, sino de personas de vida espiritual profunda.
Las disciplinas clásicas de la vida espiritual nos llaman a movernos más allá de la vida superficial hacia las profundidades.
No tenemos que dejarnos convencer de que estas disciplinas sean para los gigantes espirituales, y que por tanto están fuera de nuestro alcance. De hecho las disciplinas espirituales encuentran su mejor expresión en las actividades cotidianas. Su propósito es liberarnos de la sofocante esclavitud a que estamos sometidos: Egoísmo y temor.
El principal requisito
es tener anhelo de Dios!! "Como el siervo brama por las corrientes de las
aguas, así clama por ti oh Dios el alma mía. Mi alma tiene sed
de Dios, del Dios vivo" Salmo 42: 1 y 2ª.
Thomas Merton dijo:
"No queremos ser principiantes. Pero convenzámonos de que nunca
seremos ninguna otra cosa, sino principiantes, toda nuestra vida".
Dificultades:
Filosófica
- La base materialista de nuestra era ha llegado a ser tan penetrante que ha
producido en los individuos graves dudas con respecto a su capacidad para extenderse
más allá del mundo físico.
Necesitamos valor para movernos más allá del prejuicio de nuestra
era, y afirmar con nuestros mejores científicos que existe algo más
que el mundo material".
Práctica
- Simplemente no sabemos cómo explorar la vida interna. Aunque no siempre
ha sido así, en el primer siglo y aún antes, no era necesario
dar instrucciones sobre cómo practicar las disciplinas de la vida espiritual.
Tanto el ayuno, como la adoración, y el júbilo estaban incorporadas,
a raíz de su práctica habitual.
¿La fuerza de voluntad, sólo puede hacer frente a lo externo!
Lo que se necesita es un trabajo interno, ¡y sólo Dios puede obrar
desde adentro!
Dios nos dio
las disciplinas para la vida espiritual como un medio para recibir su gracia.
Las disciplinas nos permiten colocarnos ante Dios de tal modo que él
pueda transformarnos. Al igual que el
que siembra "pone" la semilla en el lugar adecuado.. pero Dios da
el crecimiento.
Dios ha establecido
las disciplinas de la vida espiritual como los medios por los cuales somos colocados
en el lugar en que él puede bendecirnos.
Tenemos que recordar que el sendero no produce el cambio; pero el hecho
de estar en él, nos coloca en el lugar en que el cambio puede ocurrir.
Este es el camino de la gracia disciplinada.
Las disciplinas
espirituales tienen el propósito de hacernos bien. Están destinadas
a traer la abundancia de Dios a nuestra vida.
Es posible sin
embargo, convertirlas en otro conjunto de leyes para matar el alma. Las disciplinas
atadas a la ley respiran muerte! Cuando las disciplinas degeneran en leyes,
se usan para manipular y controlar a las personas.
Cuando creemos genuinamente que la transformación interna es una obra
de Dios y no nuestra, podemos hacer que descanse nuestra pasión por enderezar
a los demás.
Jesús dijo: "Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas". Mateo 23:4
Al entrar en el
mundo de las disciplinas espirituales, siempre estará el peligro de convertirlas
en leyes. Pero nosotros no quedamos entregados a nuestra propia suerte. Jesús
prometió ser nuestro maestro y guía.
Nuestro mundo tiene hambre de personas que sean genuinamente cambiadas. León
Tolstoi observó:
"Todos piensan en cambiar a la humanidad , y nadie piensa en cambiarse
a sí mismo". Estemos entre aquellos que creen que la transformación
interna de nuestra vida es una meta digna del mejor esfuerzo.
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