Permanezca el amor fraternal
  • por Ricardo Dulanto Bautista
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    El propósito eterno de Dios es formar una familia de muchos hijos semejantes a JESÚS (Romanos 8:29). Para lograr este objetivo, el Padre nos ha enviado; primero al HIJO, para que nos sirva de modelo. Luego nos envió el ESPÍRITU SANTO, para que nos consolara y nos ayudara en nuestra debilidad.

    Luego, después de haberse predicado el evangelio del reino a todas las naciones; hoy en día existe LA IGLESIA, quien es el cuerpo de Cristo, la familia de Dios, un pueblo santo.

    Para el mantenimiento, crecimiento y desarrollo de la iglesia es necesario fortalecer los vínculos fraternales. Los primeros discípulos (IGLESIA PRIMITIVA), eran muy diligentes y perseverantes en la prácticas de la fraternidad y el servicio los unos a los otros. Tanto que perseveraban en la doctrina de los apóstoles, la comunión unos con otros, el partimiento del pan y las oraciones (HECHOS 2:42).

    En la familia de Dios es muy necesario, mantenerse relacionado. No se puede amar sin relacionamiento. Claro esta que este debe ser sincero y leal. En la carta a los HEBREOS se recomienda que permanezca el amor fraternal (Hebreos 13:1). En la familia de Cristo no se puede permitir una vida egoísta e individual; sino por el contrario debe ser una vida gregaria por excelencia. Es tan importante el relacionarse; que se tiene que recomendarnos que no dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre (Hebreos 10:25).

    La característica principal de un discípulo es que tenga un maestro; es más que se relacione fuertemente con su maestro. "Porque no hay discípulo sin maestro, ni maestro sin discípulo."

    En la familia de Dios debe haber respeto y reverencia a los hermanos mayores en la fe (ancianos). Sin el respeto, y la sumisión la familia sufre desatinos y MALAS RELACIONES.

    Es muy triste, ver como el CUERPO DE CRISTO se divide por las malas relaciones, chismes, odios, murmuraciones, falsas especulaciones, mentiras, rebeldías, apetitos personales, sentimentalismos, etc.,etc.

    Pablo, escribe y les manifiesta a los Corintios que no puede escribirles como a espirituales, si no como a carnales, como niños en Cristo, porque había oído que tenían celos , disenciones y divisiones. (1a Corintios 3:1-3).

    Tenemos pues, que esforzarnos para que PERMANEZCA EL AMOR FRATERNAL. Buscar la buena relación, el afecto, la caricia, el abrazo, la llamada telefónica, el visitarnos, hospedarnos y amarnos profundamente, con el fin de que el nombre del Señor no sea mancillado.

    Es muy necesario que los siervos de Dios sean fieles a la palabra del Señor. Capaces de enseñar también a otros a que sean fieles y amorosos.

    ¡ Esforcémonos para que permanezca el amor fraternal !

     


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