Recordando a Allen Gardiner *

A 159 años del fallecimiento de los primeros misioneros en Tierra del Fuego (Septiembre 1851)
 

 

Allen Francis Gardiner tuvo su último cumpleaños el 28 de Junio de 1851. En el día de su cumpleaños y en su diario escribe esta hermosa nota:

"Junio 28, sábado. Mi cumpleaños. ¿Quién soy yo, Señor Dios, para que tú me tengas aquí? (2 Samuel 7:18). Estamos ahora por la providencia de Dios traídos en circunstancias que al hombre ponen a prueba. Pero yo no voy a estar ansioso por eso; estamos ahora en el servicio del Señor y él está lleno de gracia y compasión. Aunque Él cause tristeza, tendrá compasión según la cantidad de bondades. Yo sé que ha escrito: “A aquellos que buscan a Dios no les faltará ninguna cosa que es buena” y otra vez: “Confía en el Señor y él te sostendrá”. Cualquier cosa que el Señor en su providencia nos quite, no es más que lo que él nos ha dado... Pero todavía ruego que si es tu voluntad, mi Padre Celestial, mires con compasión hacia mí y mis compañeros, maltratados por falta de alimentación y nos proveas con lo que nos es necesario... pero si no es así, que tu voluntad se cumpla. Haz que yo pueda tener sumisión completa de mi voluntad a la tuya; que todo orgullo muera en mi corazón. Señor, ruego que tú seas honrado en mí, sea por vida o por muerte y que nunca me aparte de ti. Concede, oh; Señor, que seamos instrumentos en tus manos para empezar esta gran tarea; pero si tú ves bien que en tu providencia somos obstáculos en tu camino, y que debamos sufrir y morir aquí, te ruego que alces a otros y mandes obreros a esta mies. Que sea para la manifestación de tu gracia y de tu gloria, pues nada es imposible para ti... y llegue pronto el día cuando el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo sea manifestado, no aquí únicamente, sino en todas partes, en cada nación, pueblo y tribu, y ruegos y gracias sean levantados y ofrendas puras de los corazones de las multitudes que están ahora en la oscuridad".

El capitán Allen Gardiner (1794-1851) fue marino y perteneció a la Iglesia Anglicana. Junto a su equipo fueron los primeros misioneros y mártires en Tierra del Fuego. Su equipo estaba formado por un cirujano Richard Williams, un catequista llamado John Maidmant, al carpintero Joseph Erwing y tres robustos pescadores de Cornwall: Badcok, Pearce y Bryant.

Orden cronológico
1844 - En el año 1844 el capitán retirado de la marina británica Allen Gardiner fundó junto con otros anglicanos la "Sociedad Misionera de la Patagonia", que luego cambiaria su nombre a "Sociedad Misionera de Sudamérica".

El 5 de diciembre de 1850, después de 3 meses de viaje, el barco "Ocean Queen" los dejo en Tierra del Fuego en la isla Picton con dos lanchones. Los indígenas se manifestaron muy belicosos y hostiles. No lograron nada con ellos, ni acercarse durante los primeros cuatro meses. Las provisiones escasearon y la ayuda jamás llegó. A duras penas se libraron varias veces de los indígenas. Por largo tiempo no pudieron pescar ni cazar debido a las inclemencias del tiempo y la hostilidad de los nativos. Los frustrados misioneros empezaron a decaer y enfermar.

La carne seca que llevaban se les acabó, y no había animales que cazar. Una vez lograron cazar un zorro, que comieron con mucho gusto y gracias a Dios. Dada la angustiosa situación, y como no aparecía barco alguno, en Marzo de 1851 decidieron hacer un esfuerzo desesperado para conseguir socorro. En una roca pintaron un letrero con la siguiente leyenda : "Gone to spaniard harbour" (Vayan a Bahía Aguirre). En la base de la roca enterraron tres botellas explicando su desesperada situación. Volvieron en Abril y luego en Mayo sin que hubiera rastros de ayuda. Jamás decayó su fe en Dios ni su entrega a su voluntad ni de él ni de sus compañeros. Pero tampoco pudieron evangelizar a ningún indígena o habitante de esas soledades.

Cada día en el Diario, Gardiner relata una desgracia, enfermedades, heridas, muerte de algún compañero misionero, ataques de indígenas, hambre y miseria, pero junto con estampar el hecho doloroso agrega una oración de confianza en la bondad de Dios y de acatamiento a su voluntad. Todos ellos murieron de hambre y de sed. Pero jamás decayó su fe, murieron alabando a su Señor.
Y así termina la historia de esta expedición de Misioneros anglicanos ingleses, todos laicos, que entregaron su vida tratando de traer a este continente, en la persona de fueguinos, patagones, onas y alacalufes el mensaje de salvación de Jesucristo. Todos ellos Mártires de la fe cristiana.

Gardiner en agonía en Puerto Español no muy lejos de Puerto Williams

Entre sus escritos de los últimos días expreso: "Si el deseo me fuera dado para el bien de mis vecinos (humanidad), sería que la Misión en Tierra del Fuego se persiguiera con vigor. Pero que el Señor haga y dirija todo porque el tiempo y la razón son suyos y sus corazones están en su manos..."

La actual Sociedad Misionera Anglicana para Sud América es fruto directo de su visión. Es ella la que ha impulsado las iniciativas misioneras, educacionales y sociales que posteriormente han llevado a cabo sus misioneros en nuestros países, muchas de cuyas obras hacen eco a la visión de su fundador.

Dos años después, en 1854, la Allen Gardiner, una goleta de 88 toneladas, fue enviada a la Patagonia como barco misionero, y en 1856 el único hijo del Capitán Gardiner, Allen W. Gardiner, fue a este país como misionero.


* Texto remitido por Carlos Scott - Misión GloCal

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