Un testimonio de alguien que
permaneció fiel a Jesús en un país musulmán del Norte de África
Hamid es un creyente local que fue arrestado el
jueves de la semana pasada por ser cristiano y trabajar con un misionero
distribuidor de Biblias. Aunque Hamid No estaba distribuyendo Biblias con este
misionero. Inicialmente pensamos que lo tendrían dos días sin cargos y entonces
lo dejarían ir y lo veríamos como de costumbre el día domingo, pero él todavía
estaba en prisión.
Esto es lo que pasó. El misionero de los Estados Unidos estaba repartiendo
Biblias en el pueblo. La policía lo arrestó y lo trajo para interrogarlo. Cuando
ellos abrieron su bolso encontraron una fotocopia del pasaporte de Hamid, y le
preguntaron al misionero si este tipo también era cristiano. Él les dijo a la
policía que si, que él era un cristiano, entonces la policía trajo
inmediatamente a este joven para interrogarlo.
Al joven inicialmente no se le permitió hablar con abogado o con sus padres, que
estaban muy frustrados porque no sabíamos todos los cargos específicos contra
él.
La tarde del domingo nuestro amigo Hamid fue soltado de la prisión. Nos sentamos
con él esa tarde y nos contó lo ocurrido. La fe de Hamid permaneció firme a lo
largo de la prueba, y cuando nosotros lo encontramos nos saludó con una gran
sonrisa que rápidamente nos permitió saber que la presencia del Señor estaba con
nuestro amigo.
Esta sonrisa realmente era increíble porque él se pasó tres días en el suelo de
una celda muy fría, mojada, con unos 30 presos, sin mantas ni comida. El baño
era un agujero en el piso, en la esquina de la celda, con agua corriendo abajo
desde la pared, que deja un olor constante en la habitación.
Incluso con estas condiciones Hamid compartió su testimonio con unos 15 policías
y muchos presos con quienes él compartió la celda.
La primea pregunta del primer interrogatorio fue: “¿es usted cristiano?”, Hamid
inmediatamente contestó: “¡SÍ!” El policía preguntó en seguida, “¿por qué?”
Hamid le dijo que hace años él había orado para pedir a Allah que le mostrara el
camino correcto y Jesús se reveló a él a través de esta oración que Él es el
Camino a la vida eterna. Después de que Hamid continuó compartiendo su fe el
policía responsable de grabar el interrogatorio lo detuvo y le dijo que
contestara simplemente sí o no, y que no siga compartiendo su fe en Cristo.
Mas tarde uno de los policías de alto cargo en la fuerza, sacó a Hamid aparte y
le dijo “Yo respeto tu fe y la posición que has ha tomado. Yo puedo decir que tú
eres un hombre bueno y que no eres un alborotador. De hecho, mi hijo está casado
con una mujer cristiana y yo estoy pensando dejar este trabajo e irme a vivir en
el extranjero”.
El desafío es ahora ayudar a Hamid a encontrar un buen abogado en cuanto sea
posible. Él se debe presentar en la corte el 24 de febrero de 2005.