La visión misionera de la iglesia subterránea en China
 

por Keith Bentson

Desde la década de 1940 la fuerza comunista arrasó la China, para luego iniciar en el año 1949 una recia persecución contra los cristianos, tanto católicos como protestantes. Para el año 1958 todas las iglesias fueron clausuradas. Tan intensa fue la persecución -entre encarcelados y muertos- que se temía la desaparición del cristianismo en esa parte del globo. Un informe dado durante los años 1970, de parte de una delegación norteamericana, decía que “...no queda un solo cristiano en la China”.

Pero, con el tempo se oían noticias contrarias, como que la iglesia del Señor en China, en vez de disminuir bajo olas de persecuciones, al contrario crecía. En efecto, hace relativamente pocos años que se oía hablar de un crecimiento en la China que había llegado hasta unos 50 millones de creyentes, que !hoy se estima en 100 millones!

Existen dos cuerpos principales en el pueblo cristiano en China: Uno corresponde a la iglesia autorizada por el mismo gobierno comunista llamada “La Iglesia Patriótica Triple Autónoma”, y la otra -la no autorizada, sino perseguida- “la iglesia subterránea”. Nos llegan informes de que muchos de los que están en la iglesia controlada por el Estado son verdaderos cristianos, pero sin visión espiritual de la naturaleza del evangelio o de una iglesia militante. Así que los datos sobre el asombroso crecimiento reflejan el testimonio, fe y trabajo de los que no admiten que la iglesia del Señor sea subordinada a los propósitos y programas del Estado.

Recientemente ha salido un libro acerca de la vida de uno de los líderes altamente estimados entre las iglesias subterráneas, cuyo nombre es Liu Zhenyingm, conocido como el hermanoYun. Su escape sumamente dramático de su tercer aprisionamiento en mayo de 1997 - con destino a Alemania- ha permitido que muchos más datos lleguen al pueblo cristiano mundial. Un libro sobre la vida del hermano Yun salió en inglés en el año 2002. De uno de los últimos capítulos de su libro hemos sacado un resumen de la visión misionera que palpita en el corazón de ese pueblo cristiano chino, tan perseguido, pero tan intrépido1:


El vasto desplazamiento de la iglesia china subterránea se divide en seis agrupaciones. Con espíritu y visión unida pretenden evangelizar desde el oeste de China, tomando tres rutas, hasta llegar a Jerusalén. El lema que expresa su visión es “Retorno a Jerusalén”, de donde originalmente el evangelio había procedido. No se refiere meramente a viajar hasta Jerusalén para evangelizar, sino evangelizar hasta llegar a Jerusalén. Las tres rutas que existen en el camino a Jerusalén pasan primero por el mundo musulmán, otra pasa por Tíbet, Bután, Nepal, Pakistán, Afganistán, luego por Irán hasta Jerusalén. La tercera ruta sale del sudoeste de China, primero pasando por Laos, Cambodia, Tailandia, Myanmar (Burma) e India. Estas tres rutas abarcan al mundo islámico, budista e hindú, tres fortalezas que han resistido el evangelio de Jesús. Cada una de las seis agrupaciones ha escogido por cuál ruta llevará el evangelio.

En marzo del año 2000 el primer contingente procuró salir en misión, pero antes de llegar a la frontera china 37 de los 39 originales fueron arrestados por las autoridades. Pero para el año 2001 más de 400 misioneros habían salido a más de diez países. Su visión es la de levantar congregaciones tipo iglesia casera, sin invertir tiempo o dinero en construir edificios. No hay tiempo ni dinero para levantar grandes estructuras. Pero para enviar misioneros, sí hay dinero: las iglesias chinas ya han reunido, con mucho sacrificio, decenas de miles de dólares para sostener sus misioneros.

Algunos han opinado que la iglesia china debería seguir trabajando en su propio país con el fin de ganarlo todo, antes de cruzar la frontera, pero el hermano Yun afirma que la manera de mantener fuerte a la iglesia es motivándola a salir a todo el mundo, mientras sigue ganando terreno en su país.

Al madurar su visión de enviar obreros a tantas naciones, calcularon el número de posibles obreros que tendrían disponibles de las seis enormes agrupaciones en la China. Estimaron que podrán contar con unos ¡100.000 voluntarios!

Cuentan con centros de preparación para los nuevos misioneros. Entre sus materias a estudiar se encuentran estas tres: 1) Cómo sufrir y morir por el Señor, estudiando no solo lo que enseñan las Escrituras al respecto, sino también la historia de las misiones mundiales, donde abundan relatos y modelos al respecto. 2) Cómo dar testimonio de Cristo, sea en el tren, bus, en un vehículo policial, o aun siendo llevado para ser ejecutado. 3) Cómo escapar del arresto o de prisión; cómo librarse de las esposas y cómo saltar al suelo de un segundo piso sin sufrir golpes severos. Informan también que en sus círculos de creyentes hay cientos de hermanos estudiando el árabe y el inglés en preparación de salir a la obra.

En los desayunos, los almuerzos y las cenas, en los encuentros caseros y en grupos mayores, entre líderes de todo nivel, el centro de discusión y atención está en la realización la visión “Retorno a Jerusalén”. Dice el hermano Yun que ya que en el pasado cientos de misioneros occidentales derramaron su sangre en suelo chino, su ejemplo les inspira hoy a estar dispuestos a morir donde el Señor los envíe con su mensaje.
 


1. The Heavenly Man: The remarkable true story of Chinese Christian Brother Yun (El varón celestial; el asombroso relato verídico del cristiano chino hermano Yun), publicado por Monarch Books en Gran Bretaña y distribuido por Kregal Publications, PO Box 2607/ Grand Rapids, Michigan 49501/ EE.UU.)


 

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