Una carta refrescante de un obrero enviado desde la congregación de Juan Chevriau, Campana, Argentina.

Muy Amados consiervos en el Señor:

Es nuestro deseo de todo corazón que seáis prosperados en todo así como prosperan vuestras almas. Que la gracia del Señor sobreabunde sobre vuestras vidas y ministerios, como así también su sabiduría, hasta que todos lleguemos a la unidad del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Por la gracia de Dios somos llevados de triunfo en triunfo, aunque no sin pasar estrechez y aflicción en nuestra carne. pero el Señor cada día, cada semana, cada mes, nos recuerda diciéndonos: "Bástate mi Gracia". Y Él permanece siendo fiel!!!

Sé por la fe y las escrituras que Dios no hace acepción de personas, y que delante de Dios todos somos iguales; pero permítanme creer algo más allá de esta escritura. Como ya lo dijo  Moisés Moraes en el retiro de pastores y obreros en Termas de Río Hondo (Argentina) en el año 1989, "Dios no hace acepción de personas, pero Él prefiere a los que le prefieren a Él".

Permítanme decirles que me siento muy privilegiado por Dios, me siento un preferido de Dios (aunque ya se y no me olvido que Dios no hace acepción de personas), me siento como Juan, el "discípulo amado". En un momento de oración delante de Dios, tuve un rápido pantallazo de mis 19 años de Vida Nueva junto a mi Amado Señor. Es precioso ver como Él me sostuvo, me guardó, me protegió, me tuvo paciencia y misericordia, cómo me amó con amor eterno!; y no me desamparó cuando yo le defraudé.

El Señor me llevó a ver un poco el pasado mientras meditaba delante de Él acerca de mi presente y el futuro cercano. Ver como poco a poco se van cumpliendo sus promesas y llamamiento en nuestras vidas. Por ejemplo, una de las cosas preciadas y soñadas que se acerca su cumplimiento es nuestro próximo encuentro de renovación de Lideres Nacionales que tendremos en el mes de marzo. Es el primero que tendremos y participaran un muy reducido grupo de Líderes nacionales (solo los pertenecientes a los tres grupos de nuestra ciudad) y yo como único obrero extranjero. Es el primer paso a un
gran sueño inspirado en las reuniones de oración que se realizaban a fines de los años 60, por Buenos Aires (por supuesto que yo no asistía a ellas, pero doy gracias  a Dios por libros como "Tiempos de Restauración" de Orville Swindoll e  "Iré donde Él me guíe" de Erma Jean Swindoll).

Otra de las cosas que se aproximan es nuestra próxima mudanza de ciudad. Si Dios quiere antes de junio nos estaremos cambiando de ciudad por dirección de Dios. El próximo mes cumpliremos cuatro años que estamos en este país y en esta misma ciudad. Como ya saben, cuando llegamos aquí no había ninguna igl. Nacional, en este momento existen tres grupos estables trabajando en unidad, con un par de líderes formados y otros en formación.

Entendemos entonces que el Señor de la Obra nos traslada a una nueva ciudad, donde aún no hay otros obreros y donde aún no hay igl. Aunque sí estamos enterándonos que existen algunos creyentes, como una familia y un par de jóvenes, a los cuales deseamos servir. Siendo este traslado también con el respaldo del liderazgo nacional. Esta semana estuve por dos días en la nueva ciudad, aproveché para ver algunas casas para alquilar;
particularmente una de ellas la que considero la mas apropiada, desde entonces, me acuesto y me levanto pensando en ella. La verdad que esta ciudad tiene un imán que me atrae hacia ella. Al compartir con mi familia acerca de estas cosas, veo que Dios ya preparó nuestros corazones para mudarnos y es como que estamos todos deseosos de que llegue ese momento.

Quería comentarles un poco por qué me siento tan privilegiado. Es que en este tiempo estoy descubriendo la gran importancia que es para nuestras vidas y ministerios tener una visión amplia de los propósitos de Dios para y con nosotros. La gran importancia de tener claridad de hacia donde nos dirigimos, cual es el ministerio al que el Señor nos ha llamado, y cuales son esas buenas obras que el Señor tenia preparadas de antemano para que andemos en ellas. Delante de Dios y con toda humildad, me considero un hombre con visión de Dios y convicciones claras. Ahora, no hay ningún mérito propio en esto, sino justamente este es uno de los grandes privilegios que el Señor me dio,  el ser formado junto a verdaderos Hombres de Dios. Haber recibido por tantos años el ejemplo de vida y ministerio de la Palabra, la visión, la estrategia y mucho más; de hombres como Jorge Himitian, Iván Baker, Ángel Negro, Keith Bentson, Orville Swindoll, Augusto Ericson, Victor Rodríguez; también Eduardo Dúo, Hugo Baravalle, Oscar Marcelino, Juan Labozzetta, Mario Snyder, Afif Chaik, y muchos más.

Mención especial para Juan Carlos Chevriau, mi pastor desde siempre, pero más que eso, mi hermano, el que me aguantó, no me juzgó, me dio ejemplo de permanencia y estabilidad, creyó en mi y me dio libertad de servir a Dios, siendo yo muy joven (desde que tenia 22 años) me llevó a los retiros de pastores y obreros cada año (también íbamos a los retiros de jóvenes).

A todos muchas gracias, porque sin saberlo formaron mi vida. Y a Dios toda la gloria por siempre. Amen.

Entre otras cosas de este tiempo, debería contarles que desde hace aproximadamente unos tres meses, comencé a juntarme semanalmente con un joven que estaba muy interesado en conocer acerca del Camino, la Verdad y la Vida. Comenzamos a estudiar las escrituras y a orar con él; el resultado es que ya ha tomado una decisión profunda y concreta en su vida y esta semana me manifestó su deseo de bautizarse. Ya lo he relacionado con otro discípulo nacional y confío que de aquí a pocas semanas le permitiremos participar de la igl.

Terminando por ahora, quisiéramos pedirles que estén orando por los temas
que hemos mencionado:

En Cristo con mucho amor y agradecimiento.

G. & I.