La Alianza Evangélica Mundial ofrece una definición en cuanto a proselitismo y evangelización
 

En vista del malentendido y el mal empleo de los términos proselitismo y evangelización en el mundo hoy, la Alianza Evangélica Mundial quiere dar una definición oficial de estas palabras. La AEM rechaza firmemente el proselitismo, pero apoya la más absoluta libertad religiosa en conformidad con la declaración de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (Artículos 18 y 19). Esa libertad da a las personas de cualquier religión la libertad de compartir sus creencias, y permite a todos la libertad de conciencia para elegir lo que quieran creer.

La Alianza Evangélica Mundial considera que ganar prosélitos y evangelizar no son sinónimos. Citando al doctor John R. W. Sttot, "la mejor manera de distinguirlos es ver al proselitismo como un 'testimonio impropio'. El Concilio Mundial de Iglesias y la Iglesia Católica Romana produjeron un valioso documento de estudio en el año 1970 titulado 'Testimonio convencional y proselitismo'. Éste identificaba tres aspectos del proselitismo. El proselitismo tiene lugar (a) siempre que nuestra motivación es impropia (cuando nuestro interés no es la gloria de Dios sino la nuestra), (2) siempre que nuestros métodos son impropios (cuando recurrimos a cualquier clase de 'coerción física, coacción moral, o presión psicológica', y (3) siempre que nuestro mensaje es impropio (cuando deliberadamente tergiversamos las creencias de otras personas).

Por el contrario, evangelizar es (en las palabras del Manifiesto de Manila) "hacer una proclamación abierta y honesta del evangelio, que deja a los oyentes totalmente libres para formarse un juicio acerca del mismo. Deseamos ser sensibles a las personas que tienen otras creencias, y rechazamos cualquier procedimiento que pretenda forzarlos a la conversión".
 

Rev. Gary Edmonds
Secretario General

Alianza Evangélica Mundial
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