Breve referencia a algunos aportes de Lutero a la renovación de la liturgia

Texto redactado tomando como base a:
LÓPEZ RUBIO, Amós: Lutero y la Reforma litúrgica. Revista Signos de Vida, diciembre de 2007. Texto online.

 

Hasta la Reforma, la misa era dicha en latín y de espaldas al pueblo, por lo que este era un mero espectador. Lutero romperá con este esquema al sostener el principio del sacerdocio universal del creyente, concepto que en la práctica pondrá en marcha otro cambio de gran trascendencia: la participación del pueblo en el culto.
El primer paso en este sentido, fue la traducción de las Escrituras al alemán, es decir, las puso en el idioma del pueblo. Luego redactó una “Misa en Alemán” con una estructura sencilla que facilitaba a todos su entendimiento.

Pero esto no fue todo. El reformador, en su condición de músico, aportó interesantes pensamientos en cuanto al canto congregacional, sosteniendo que este debía cumplir con tres propósitos:

- El propiamente litúrgico: conservar la tradición de la iglesia.
- Teológico: adorar a Dios y proclamar el evangelio.
- Pedagógico: comunicar la nueva doctrina, educar en la fe cristiana.

Para lograrlo, privilegiaba la simplicidad en las melodías para que el texto fuera claramente comprendido.
En una época marcada por profundos cambios políticos y socioculturales y de grandes controversias teológicas, estos aportes de Lutero hicieron posible el goce de la comunión entre el creyente y Dios y entre los miembros de cada comunidad, cumpliendo además, con su función de formación.

Qué bueno sería poder reflexionar sobre estos aportes para contraponerlos con nuestros formatos de cultos. Quizás encontremos principios que nos ayuden a enriquecerlos.